martes, 3 de mayo de 2011

un mundo feliz

Quedé atónito al ver como todo un país celebraba la muerte de una persona igual que se celebra un campeonato del mundo de fútbol. Sentí al ver a su presidente salir a hablar, a dar la buena nueva con la ayuda de dios, que, en cualquier momento, enfocarían a la dulce pareja americana que veía la feliz noticia en su salón, rodeada de sus niños, disfrutando del way of life del sueño americano respirar tranquilos. El bien venció al mal; ya no será necesario bombardear a nadie más ni intervenir en ningún sitio. Murió el malo, se acabó la peli y todos comemos perdices. Fin de la película. Hemos conseguido la paz mundial y hoy la tierra es un lugar mejor donde vivir.

Lo que me apena ahora es que en Siria, en Libia o en el resto del mundo aún no nos hayamos dado cuenta, y aún desayunemos con noticias de bombardeos. ¡Qué curioso! Siguen siendo los buenos los que mandan aviones a medio oriente y dejan caer alguna que otra bomba.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Jane Austen y la alimentación

El chivato Doodle de hoy nos recuerda que hace 235 años Jane Austen fallecía a los 41 años por, según se creía, la denominada enfermedad de Adisson, aunque recientemente, parece que no fue así.

La enfermedad de Adisson no es algo erradicado, que existiera entonces y ya no, sino que sigue existiendo, y, en la actualidad, nos seguimos encontrado casos de este tipo especialmente relacionadas con la Anorexia.

Y como todo está conectado, Jean Austen me ha recordado la Anorexia, y la Anorexia las noticias que aparecían recientemente mostrando que España se pone en algo por delante de Estados Unidos. Y no, no pensemos que hemos triunfado en algo, pues no tiene nada de positivo adelantar a USA en obesidad infantil. Preocupante dato que, unido a los casos de Anorexia descrito en España en los últimos años nos hace pensar que hay algo que no estamos haciendo bien. Y que la pérdida de la identidad en la cultura gastronómica trae consecuencias que pagaremos caras.

Es necesario reflexionar sobre una educación que ensalce una buena alimentación, recuperando de los valores de cocina tradicionales todo lo positivo, y adoptar nuevos hábitos de alimentación, siempre y cuando influyan positivamente en nuestra salud, pues, como tanto se ha dicho, somos lo que comemos. Huir de la denominada «Macdonalización», tal y como la describió Ritzer hace casi una década, y recuperar la alimentación tradicional dentro de las necesidades de cada uno (no comerse un cocido maragato enorme si vas a quedarte sentado en casa en lugar de ir a segar) lo veo como un reto fundamental, y reivindicar nuestra identidad no solo de la Dieta Mediterránea (), sino también de la denominada Dieta Atlántica.

Aún estamos a tiempo de mejorar nuestra alimentación, así que pongámonos a la mesa, y cubiertos a la obra.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Primero de Diciembre: todos en la lucha contra el SIDA

Hoy nos recuerdan muchas cosas que, quizá, damos por sentadas. En pleno siglo XXI, en plena era de la información, ¿cómo es posible que en países desarrollados siga habiendo problemas de contagio de SIDA? Pues por increíble que parezca, los números nos indican que así es. En España existen entre 120000 y 150000 personas afectadas por el VIH, de las cuales una cuarta parte no sabe que lo está. Esta preocupante cifra me hace reflexionar, y mucho, acerca de los hábitos de higiene sexual. Y, sorprende, ver que, en casi cualquier charla rutinaria, cuando se habla del uso del preservativo, solo se piensa en evitar el embarazo, y, ante el comentario de poder contagiarse, muchas veces nos encontramos una respuesta escandalizada, que viene a decirnos que imposible si no se frecuentan putas o yonkis. Quizá por eso, desde el ministerio, siguen dándonos información y pidiéndonos que seamos lógicos y consecuentes.

El SIDA, como todas las enfermedades, tiene la característica de ser muy democrática, de no conocer de razas, condición social o clases. Y aquí deberíamos sentarnos un momento a pensar en que siempre es mejor prevenir que curar, y que no hay que perderle el respeto a una enfermedad que, si bien, gracias a los avances de la medicina ha dejado de ser fulminante en los países avanzados, no deja de ser una enfermedad mortal de necesidad, aunque sea una muerte lenta y que te condena a la toma de fármacos muy fuertes para el resto de tu vida.

No quisiera pasar por alto, por último, a las víctimas colaterales de este mal, aquellos que han tenido la mala suerte de heredar esta enfermedad, y su situación, que no es precisamente la mejor, ni mucho menos la esperable en un país avanzado como el nuestro.

Quiero pensar que ya se ha superado la marginación a las personas que, por desgracia, sufren esta enfermedad. Quiero pensar que tenemos la suficiente información como para evitar que esta enfermedad vaya a más, y que todos somos capaces de pensar y decidir protegerse. Quiero pensar, que en la investigación, seguimos por el buen camino de encontrar una solución. Y quiero pensar, que tendremos desde el primer mundo los medios y la conciencia suficiente para conseguir paliar y acabar con la plaga que el SIDA supone en el tercer mundo. Y quiero pensar que hoy es un día para eso, para pensar, y para darnos cuenta de que sólo entre todos podremos solucionar esto, y que es un día tan bueno como otro cualquiera, para ponernos manos a la obra.

martes, 23 de noviembre de 2010

pdf y libros digitales

Hace unos días, después de un riquísimo arroz a banda, y mientras tomábamos un café surgió en la sobremesa la conversación acerca del boom de los Tablets y los e-readers. Poco a poco, la conversación fue derivando hacia el problema de los formatos, y aquí entró la duda que me ha estado rondando estos días y me ha hecho indagar un poco más en estos mundos. Si un .pdf se puede leer en casi cualquier e-reader que se precie, y un libro es simplemente para leer, ¿por qué lo de que haya otros formatos?

Bueno, pongámonos a contestar esto. Es cierto que el .pdf es muy versatil como documento, a la vez que estricto. Esto es, nos permite conservar la tipografía y la maquetación que hayamos hecho sin que pueda ser modificada (de ahí que sea la forma de hacer llegar todos los documentos a la imprenta), y nos permite, a la vez, realizar búsquedas concretas de palabras y marcar textos. Pero la «lectura digital» necesita un plus de plasticidad. Y ese punto a su favor lo conseguimos con el .epub, un formato abierto y que nos permite, por ejemplo, alterar el tamaño de tipografía sin perder calidad, o que la página se autoajuste a la pantalla del lector, cosas que no podríamos hacer con un .pdf, y nos hace algo más incómoda la lectura, dado que a veces las palabras pueden quedar cortadas, las páginas descuadradas etc.

Obviamente, .epub no es el único formato que existe para libro digital, pero sí el más usado al tratarse de un formato abierto, y más ahora que desde Google le han dado un fuerte empujón con sus nuevas aplicaciones en Google Books. Y aquí quiero señalar lo curioso que me resulta que Google, que, aparentemente, da este importante apoyo al .epub, nos sorpenda con que su primer libro digital editado (y escrito) 20 things i learned about browsers and web no sea legible en un e-reader de tinta electrónica, pero sí desde un Tablet o un Smartphone. Llamativo, aunque entendible desde el punto de vista de tratarse de un libro on-line, en el que, además, le han dado todas las facilidades y aplicaciones del mundo web 2.0, de modo que podemos compartir contenidos o fragmentos en Twitter, Facebook o Buzz, pero no deja de resultar curioso que cualquier fragmento (o la obra completa) sea descargable para su impresión, pero no en el formato .epub.

Cabe destacar que dentro del mercado del e-reader ya apenas quedan lectores que no admitan e-pub, pero que uno de ellos sea el Kindle, que lee de forma exclusiva su formato propietario, hace penas que quizá Amazon tenga que plantearse algunas cosas, pues, desde mi modesta opinión, creo que antes o después no les quedará más remedio que adapatarse o morir. Después de todo, los mecanismos de selección también influyen en los aparatos tecnológicos, y si no que le pregunten a Sony por su Minidisc (Sony, quienes, por cierto, han abandonado su formato propietario para pasarse al .epub).

martes, 16 de noviembre de 2010

edición en Adobe

A pesar de lo que por el título de este artículo pueda parecer, no vamos a hablar de libros hechos artesanalmente con barro, cañas y algún que otro canto. Aunque sería curioso retapar viejos libros con el mismo material con el que mi bisabuelo levantó la casa alrededor de aquel castaño, por las tierras más altas de La Cepeda.

Pero no entraremos ahora en nostalgias bucólicas ni en la artesanía del libro, por mucho que nos guste buscar libros cosidos con tapas de cuero y guardas en papel amaranto o verjurado, sino que hablaremos del proceloso y recién nacido mundo de la edición digital. Y, no sé si escrito, pero sí claro, estaba que en este mundo la compañía Adobe tendría mucho que decir.

Así el gigante del software del diseño, no podrían quedarse atrás, y, después de aquel tira y afloja con Apple del que ya hablamos, ha presentado recientemente su propia plataforma de edición de contenidos digitales:




y quien mejor para adentrarnos en sus posibles, que la propia compañía en su taller de esta tarde en FICOD. Un taller interesante, donde esta compañía nos envolverá con los mejores propósitos su última suite, especialmente, las novedades de Indesign, y, como siempre, nos lo ofreceran a un precio nada módico. Pero aquí ya entraríamos en otro tema, aquel del software libre y el de pago, de la piratería, las licencias, de como muchas veces son los programas libres los que emulan a los de pago, como Kompozer con Dreamweaver u OpenOffice con Microsoft Office, o viceversa, como el fusilamiento que casi todos los navegadores han hecho de Firfox. Pero eso son harinas de otro costal, que tocaremos más adelante.

Así pues, avisados quedais de que esta tarde, si quereis saber que se va a ir cociendo por estos mundos de la edición digital, no dejeis de pasaros por FICOD, y apuntaros al taller, o, si no podeis (como seguramente sea mi caso) seguirlo en FICODTV.

A modo de posdata, aprovecho para enlazaros alguna reacción que ha despertado en Facebook mi anterior artículo sobre ese maravilloso género que no me cansaré de reivindicar, el ensayo: http://www.facebook.com/notes/sophos/ensayos-y-best-sellers/107249876009840 y en el muro de Francisco Javier Fórcola http://www.facebook.com/franciscojavier.jimenez

¡Gracias por seguirme!

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿El ensayo ha muerto?, ¿larga vida a la no ficción?

Un día entré en una librería de esas que tienen un listado con lo más vendido. Entre las novelas aparecían varios Larsson y algún que otro best-seller más. Nada especialmente reseñable. La sorpresa me la llevé al ver la sección de Ensayo encabezada por Federico Moccia y Jorge Bucay, seguido de algún (in)evitable libro sobre algún personaje político y, al final, la última obra de Punset. Ante mi cara de estupefacción, el librero (amigo y gran asesor) me comentó: «llevo tiempo pensando en cambiar los carteles y poner ficción y no-ficción...porque lo que es ensayo...se vende muy poco».

La cada vez más de moda división entre ficción y no ficción, adoptada del mundo anglosajón, está cada vez más extendida. Bien es cierto que los libros de autoayuda no son ensayo, pero no es menos cierto que se suele pensar al decir no ficción en ensayos, olvidando que, por ejemplo, los libros de cocina o de bricolaje también son no ficción.

Volviendo al comentario del librero acerca de que se vende poco ensayo, reflexionemos un momento sobre ello. Si miramos los libros más vendidos del pasado año nos encontramos que no aparece ningún ensayo, esto nos hace pensar si ya no se editará ensayo en España. Echando un vistazo a las estadísticas del gremio de editores, nos damos cuenta que los ensayos siguen sin ser una cifra nada desdeñable entre la gran cantidad de libros que se publican en España.

Si revisamos los catálogos de los grandes grupos no hay ninguno que prescinda de una colección o un sello dedicado al ensayo, sirvan como ejemplo Taurus o Aguilar en el Grupo Santillana o Debate en Randhom House-Mondadori, pero tampoco pasa desapercibido entre los pequeños, y no tan pequeños, editores, como la colección Desórdenes en Lengua de Trapo o Ensayo y Metatemas en Tusquets, e, incluso, encontramos editoriales (deliciosas por cierto) dedicadas exclusivamente al ensayo, como Katz, Libros de la Catarata o Fórcola que nos da la esperanza de que, afortunadamente, no solo las ventas deciden que es lo que se publica o no, y nos dan la posibilidad a los amantes de este género de seguir disfrutando de estos libros.

lunes, 8 de noviembre de 2010

115 años de rayos X

Gracias al fantasmagórico doodle que hoy preside la página del buscador más utilizado y famoso del mundo, he caído en la cuenta que hace 115 años Wilhelm Röntgen consiguió ensamblar los trabajos de William Crookes y Nikola Tesla, y desarrollar los denominados Rayos X, gracias a los cuales la diagnosis médica dio un paso de gigante.

¿Quién no tiene por casa alguna radiografía de un pie, la espalda o un codo? En mi caso, tengo abundantes ejemplos de cómo es por dentro la fisionomía de mi codo o mi rodilla o, más recientemente, mi pie. Pero, cómo funciona esta especie de cámara de fotos de tamaño familiar colocada sobre una camilla móvil bajo la cual alguno nos hemos visto quietos «póngase así, a ver, gire un poco más, así, no se mueva» esperando que nos digan «ya está». Pues, como veníamos indicando, el fundamento de la radiodiagnosis por radiografía funciona como una cámara, solo que en lugar de captar luz y proyectarla en una película, lo que hace es exponernos a una fuente de radiación de alta energía que queda proyectada sobre una placa, y esta placa se revela sobre papel fotográfico. Obviamente, no es especialmente saludable que te atraviesen con rayos de una radiación de alta energía, pero por suerte se han conseguido atenuar sus efectos. Aún así, y a pesar de vivir en un mundo lleno de radiaciones, de teléfonos con muchas Ges y muchas bandas, wi-fi, bluetooth (que alguien me explique algún día porque llamar «dienteazul» a un tipo de onda... ¿tendrá algo que ver con sus posibles efectos secundarios?), o tantas otras que no conocemos, sigue siendo recomendable exponerse lo menos posible a este tipo de tratamientos.

No es únicamente la radiografía la aplicación de los rayos que hoy cumplen su 115 aniversario, sino otras muchas como las angiografías o sus aplicaciones a la diagnosis industrial de máquinas y componentes. Pero, además, los Rayos X tienen el valor añadido de haber abierto un nuevo campo en la medicina, como es la Radiología, en la que se han desarrollado otras muchas técnicas que hoy nos suenan cotidianas, pero hace 20 años sonaban a chino, como la Resonancia Magnética, el TAC, ultrasonidos, ...

Por todo ello, y porque avanzar en la medicina siempre es un beneficio para todos, hoy celebremos estos 115 años del descubrimiento de los Rayos X.