martes, 3 de mayo de 2011

un mundo feliz

Quedé atónito al ver como todo un país celebraba la muerte de una persona igual que se celebra un campeonato del mundo de fútbol. Sentí al ver a su presidente salir a hablar, a dar la buena nueva con la ayuda de dios, que, en cualquier momento, enfocarían a la dulce pareja americana que veía la feliz noticia en su salón, rodeada de sus niños, disfrutando del way of life del sueño americano respirar tranquilos. El bien venció al mal; ya no será necesario bombardear a nadie más ni intervenir en ningún sitio. Murió el malo, se acabó la peli y todos comemos perdices. Fin de la película. Hemos conseguido la paz mundial y hoy la tierra es un lugar mejor donde vivir.

Lo que me apena ahora es que en Siria, en Libia o en el resto del mundo aún no nos hayamos dado cuenta, y aún desayunemos con noticias de bombardeos. ¡Qué curioso! Siguen siendo los buenos los que mandan aviones a medio oriente y dejan caer alguna que otra bomba.

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